La farra y la simpática de enfrente (Parte 3): o de cómo me mofé de Musa CP

Nada más cruzarnos empezó con su cometido de calentamiento pollil: Primero me coge de la mano nada más saludarme, y segundo me acaricia el pelo diciéndome: "estás más guapo con el pelo corto". Y yo pensando: "¡tu estarías más guapa con tu cabeza a la altura de mi RABO! y no, no pienso avisarte!" Así que me hice el agradecido y el que se me habían caído las bragas al suelo.

Al rato me fui a por ella, pero no la encontré. Decidí ir al baño y es donde ella me encontró a mi. Sí, estaba yo meando tan tranquilamente cuando un inútil no tuvo otra mejor idea que dejarse la puerta del año abierta, a lo que me oigo como me chillan casi al oído: "¡GUAPOOOOOO!", me giro, pene en mano y micción activada, y me la veo, recostada en el marco de la puerta (abierta como estaba de par en par) riéndose y mirándome como me miraba cuando estábamos juntos... otra táctica más. Acabé, higienicé mis manos, y me fui con ella. Llegamos al centro del garito y empezamos a bailar, empezó a guarrearme, a lo que yo respondí saludando a sus amigas efusivamente, para luego pirarme.

Al rato volví a hacer lo mismo. Como ya sabía dónde estaba, iba a por ella, bailaba, me iba. Iba a por ella, la separaba del maromo al que estuviera guarreando en ese momento, la hacía creer que le estaba tirando la caña, y luego me iba. De risas.

Al final su mosqueo iba en aumento, y la táctica era menos efectiva, hasta intentó presentarme a una amiga suya, muy así del palo: eh!, no me importas, por eso te presento a este pibón. Pero no.

Lo mejor fue a la mañana siguiente. Le hablo por whatsapp. Estaba seca, borde. Acto seguido tuitea: "eres gilipollas, ya no sé ni que pensar". Sensación de triunfo aumentando, sed de venganza saciándose un poco. Estoy esperando el siguiente asalto. Llamadme retorcido si queréis, o simplemente gilipollas, pero se merece eso y más.